martes, 15 de junio de 2021

GdP2: XXXVI

 Me sorprendo al comprobar que el hombre-dragón tiene razón. Desde la fortaleza de La Doctrina, el estruendo causado por disparos, gritos y ráfagas de ametralladora aumenta. Estoy a punto de ordenar un ataque general cuando suena detrás de mí unas notas musicales que recuerdan a... ¿lambada?

-¡Désirée ha llegado! -grita una joven que parece haberse materializado desde la propia música-. ¡Alegrad esas caras! Sé que todo parece perdido, pero la música me ha llevado hasta aquí para ayudaros a derrotar el caos y...

La tal Désirée dejó de hablar y se quedó mirando fijamente a Sir Rosis, Fresón, Cubbi y Cuchuflí Montoya.

-Esto... se supone que sois el Comando Caprino... ¿qué hacen aquí estas criaturas caóticas?

-Hemos firmado una tregua -respondí sin saber muy bien qué estaba ocurriendo.

-Ah... el pentagrama no me había dicho nada de esto... ¿podría hablar con Celia, vuestra líder?

Suspiré apesadumbrado.

-Celia abandonó hace unas cuantas entradas. Podría decirse que soy el líder ahora mismo, pero con estos pirados cualquier cosa es cuestionable. 

Désirée frunció el ceño.

-¿Y por qué está aquí el Señor del Castillo de la Rosa, el mayor supervillano de este universo?

-Bueno... al parecer, él también está aliado con nosotros temporalmente -respondí sin ganas.

-Hubo una nota discordante en el tejido de la realidad musical, pero nunca creí que fuera tan enormemente discordante -Désirée sacudió la cabeza.

-No entiendo muy bien a qué te refieres, pero...

En ese momento, Chencho llegó corriendo.

-¡Tú! ¡Tú eres una músicamante! -gritó nuestro interdimensionador.

-¡Sí! -contestó orgullosa la recién llegada-. ¡Así es!

-No entiendo nada -reconocí.

Los demás se acercaron, curiosos. Chencho parecía el más entusiasmado, a pesar de la mirada celosa de Rigoberta.

-¡Llevo años intentando encontrar a alguien con el dominio de la músicamancia! ¡Esto es maravilloso!

-Vale, la chica es muy maja y tal -dijo Cafre encogiéndose de hombros- pero, ¿por qué tanta emoción?

El Señor del Castillo de la Rosa le respondió:

-Los músicamantes pueden alterar la propia realidad al modificar el entramado musical que se entrelaza con nuestra existencia. Si sus poderes se combinan con un interdimensionador, el contínuo espacio temporal puede ser...

-Vale, vale -le interrumpió Cafre-. Ahora explícalo para legos.

Daniel resopló.

-Imagina que estás jugando un videojuego de rol. Puedes desarrollar tu personaje como un mago o como un guerrero. Terminas el juego como guerrero. Vuelves a jugarlo, y lo terminas como mago. Ahora, imagina que pudieras coger los puntos fuertes de esos dos personajes (que en realidad es el mismo, sólo que en historias alternativas) y fusionarlos en una versión mejorada del mismo personaje... un interdimensionador y una músicamante pueden hacer lo mismo en la realidad. Tomar los puntos fuertes de otras versiones nuestras de universos alternativos y fusionarlos en nosotros.

-Sólo entendí que vamos a jugar un videojuego -contestó Cafre abriendo los brazos, ante la exasperación del Señor del Castillo de la Rosa.

-¡No hay tiempo para más explicaciones! -dijo Désirée-. ¡Una gran nota desafinada amenaza nuestra existencia! -y añadió, mirando a Chencho-. ¡Interpretemos nuestros poderes al mismo tiempo y aumentemos nuestro poder junto al de nuestros aliados!

Y así lo hicieron. Yo mismo no entiendo lo que ocurría, pero una intensa música inundó nuestras mentes al mismo tiempo que multitud de extraños recuerdos y vivencias de nosotros mismos en universos distintos saturaban nuestras almas.

De repente, tal como había comenzado, todo terminó. Nos miramos los unos a los otros. Podíamos sentirlo. Éramos más fuertes, más inteligentes, más guapos. Incluso Vicky parecía haber crecido un par de centímetros. 

Chencho estaba pletórico. Sin embargo, Désirée se extrañó y preguntó:

-Pero esos dos, el Señor del Castillo de la Rosa y Cafre, no han cambiado... ¿acaso sus versiones en este mundo eran mejores en todo que cientos de versiones en otros universos?

Era cierto. Al menos en apariencia. Porque Chencho explicó enseguida:

-No. Echa un ojo a sus habilidades en vez de sus atributos... es en lo que han mejorado estos dos panolis... 

Désirée comenzó a enumerar:

-El Señor del Castillo de la Rosa ha aumentado su habilidad "traición" en siete rangos; su habilidad "uso de venenos" en cuatro rangos; "apuñalar por la espalda" en cinco; "planificar maléficamente" en tres; "exterminio de héroes" en cuatro; "invertir en bolsa" en seis... ¡Ay, ay, ay! ¿Y Cafre? ¿En qué ha mejorado Cafre? Vamos a ver... no puede ser... "resistencia a embriagarse con cerveza" ha aumentado en dos rangos; "conocimiento rolero" ha aumentado en trece rangos; "dominio de preliminares sexuales" en cinco rangos; "conocimiento de anime" en ocho rangos; "silvicultura" en dos rangos...

Suspiré. Mientras seguían sonando las notas musicales en mi cabeza, me di cuenta de que ya ni siquiera estaba sorprendido.




No hay comentarios:

Publicar un comentario