sábado, 8 de julio de 2017
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Posiblemente, el Gran Simposio del Caos es el único evento en todo el espacio-tiempo en el que los seres caóticos mantienen algún tipo de orden. Por lo general, todos respetan y mantienen el silencio cuando alguien está hablando, se agrupan según sus escasas coincidencias y comparten educadamente información unos con otros.
Eso no quita que se produzcan millones de muertes (es difícil que no las haya cuando se encuentran seres explosivos, corrosivos, electrificadores, pandémicos, congeladores o, literalmente, mortalmente aburridos). Aunque también hay millones de generaciones expontáneas de nuevas criaturas (algunas de las cuales mueren pocos milisegundos después en apocalípticas circunstancias). Mas, teniendo todo en cuenta, el párrafo que antecede a éste puede considerarse cierto al cien por cien.
El Gran Simposio se produce en un momento y lugar aleatorios (no podía ser otra forma) del multiverso... y muchas veces ni siquiera se puede hablar de momento o lugar. En fin, lo importante es que existe. Para los seres caóticos, es algo realmente importante. Tan importante como para olvidar sus naturalezas caóticas. Más o menos. Aunque sea un poquito.
Los Grandes Poderes del Caos presiden estas inmensas asambleas. Al menos, un número indeterminado de ellos. Allí está el Gran Señor Caótico que rige sobre la vida, la muerte, la antimateria, la energía y los zombis. Allá, el Gran Señor Caótico que domina el tiempo, el espacio, el multiverso, el infinito y los trasteros. Acullá, el Gran Señor Caótico que controla el azar, la divergencia, la alteración de probabilidades y la raíz cuadrada de menos uno. Aquí, el Gran Señor Caótico que deforma la magia y la ciencia, creando auténticos engendros como los políticos que sufren de masturbación compulsiva. Acá, el Gran Señor Caótico que distorsiona la mente y los pensamientos, convirtiéndolos en pura entropía, procrastinación y dialecto flaite. Acucá, el Gran Señor Caótico que tiene como dominio los armadillos, el chocolate con picante, los fluxómetros y las tazas de porcelana (el resto de los Grandes Poderes dicen que es un poco excéntrico, pero su abuelita los regaña si lo dejan de lado).
Además, en base a su naturaleza caótica, los Grandes Poderes del Caos a veces se conglomeran en una sola criatura y, en otras ocasiones, se dividen en infinitos seres independientes... pero lo importante es que están y se les espera.
¿Yo? Yo sólo soy el escriba de una de estas reuniones. Mi nombre es Kayampa y se puede decir que no soy de los más caóticos de los presentes. Total, sólo soy un gibón asexual de pelaje plateado, con la cabeza decorada con dos cuernos tamaño Ankole-Watusi, con dos grandes alas en la espalda similares a las de un colibrí rutilante y con unos preciosos ojos de manul; y al que le gusta vestirse con tutú rosado. Tampoco sé porqué la obsesión de los Grandes Poderes Caóticos con el tema de que haya un escriba que recoja lo acontecido en estas reuniones, si ninguno de ellos sabe leer. Pero es lo que me han encomendado, y debo hacerlo.
En esta ocasión, en el Gran Simposio del Caos se trata un tema de especial relevancia: hay una nueva encarnación del Comando Caprino, el que fuera uno de los mejores grupos de rebeldes anti-caóticos. Bueno, es cierto que en ocasiones luchó junto y a favor de criaturas caóticas. Son un poco caóticos ellos también, en realidad. Pero son enemigos. De los mejores enemigos que jamás ha tenido el Caos. Y ayudan a evitar nuestro aburrimiento. Realmente les tenemos aprecio. Por ello, este Gran Simposio del Caos está dedicado al Comando Caprino y todos debatimos cómo destruirles.
Hasta el momento, la idea favorita tiene como fundamento la tercera ley de Newton. ¿Por qué coño se basan en leyes si somos caóticos? Yo siempre supuse que los Grandes Poderes Caóticos mezclaban la mescalina con la absenta, así que esa es una posible explicación. A lo que íbamos... en base a la tercera ley de Newton, hablan de crear un comando caótico capaz de enfrentarse en igualdad de condiciones al Comando Caprino.
Claro, el debate ahora es elegir quiénes compondrán dicho comando caótico.
Uno de los primeros nombres que sonó fue el de Némesis, habitual enemigo del original Comando Caprino y protagonista de algunas épicas victorias contra grupos rebeldes. Sin embargo, el fatídico duelo en la Fortaleza del Pequinés Sonriente contra Cafre del Comando Caprino (donde Némesis no sólo sufrió una humillante derrota, también debió afrontar la muerte de su legendaria montura Chupacabras) le han convertido en una sombra de lo que era. Su confianza, su fuerza de voluntad y su liderazgo se diluyeron desde ese momento, siendo responsable de numerosas derrotas de las fuerzas caóticas. Nunca ha podido volver a equipararse a su archienemigo Cafre. Si antes era motivo de orgullo y maravilla entre las hordas del Caos, ahora se ha transformado en un elemento desmoralizador (gafe incluso). Por lo cual, quedó descartado.
El Sargento Capullo fue otro de los candidatos. Un ser reptante amorfo, viscoso y bulboso, enemigo personal de Vicky y Celia. Sin embargo, dos cosas jugaron en contra de su elección. La primera, que lo único destacable en su historial de enfrentamiento con los rebeldes era su pesadez. No contaba prácticamente con una victoria, mientras que su listado de derrotas (algunas realmente humillantes) era extenso. ¿El segundo punto en contra? Estaba muerto. Tras tantos sinsabores, tramó durante meses el que iba a ser el plan perfecto para vengarse de Vicky y Celia. Y de veras era el plan perfecto. O lo hubiera sido, de no ser porque no tuvo en cuenta una variable... Vicky había comenzado a salir con un tal Fer. Antes de poner siquiera en marcha la primera fase de su infalible plan, el Sargento Capullo había muerto abrasado por el incandescente aliento del poco hospitalario hombre-dragón. Nunca supimos en qué consistía exactamente ese plan infalible que, a pesar de todo, falló.
Tras descartar a los primeros candidatos, se decidió que el Mariscal de Campo sería uno de los integrantes del comando caótico. El Mariscal de Campo es otro viejo enemigo del Comando Caprino. Un muerto viviente prácticamente inmortal, capaz de regenerar casi cualquier daño. Su aspecto es el de un andante y atemorizador esqueleto ataviado con un viejo uniforme nazi, con unas demoníacas ascuas rojizas brillando permanentemente en sus cuencas vacías. Aún así, también se produjo un desagradable debate acerca de si el Mariscal de Campo debía ser seleccionado. Muchos guerreros caóticos afirmaban que el Mariscal de Campo era un ser indigno de confianza. Debo reconocer que yo también mantengo dudas acerca de la ideoneidad de esta elección. Hace poco descubrimos que el Mariscal de Campo y el rebelde Cafre pactaban periódicamente treguas para irse juntos de vacaciones, lo cual fue toda una conmoción. Aunque también es cierto que salvo en esos períodos de asueto, ambos hacían todo lo posible para destruir al otro de la manera más imaginativa posible. Y pocos se han enfrentado tantas veces al Comando Caprino... la experiencia del Mariscal de Campo nadie la cuestiona.
Con el segundo miembro no hubo debate. Xhugra se adelantó y proclamó que ella estaría dentro del grupo. Nadie quiso contradecirla.
Xhugra es uno de los seres más atemorizantes del ejército caótico... y eso es decir mucho. Su aspecto es el de una decrépita mujer, con el famélico cuerpo envuelto parcialmente en podridos vendajes; es tan delgada que tanto sus huesos como sus oscuras venas se marcan desagradablemente en la seca y amarillenta piel que queda a la vista. Su negro cabello parece estar compuesto de largas espinas de pescado, su único ojo anaranjado destila odio y maldad. Cuando habla, asoman unos bestiales colmillos cariados y una pestilente lengua viperina. Pero lo más temible de ella son sus manos... sus dedos terminan en unas curvadas garras de las que permanentemente gotea un veneno extremadamente tóxico, capaz de corroer el metal. De hecho, se rumorea que ese es el motivo por el que perdió el ojo derecho. Un día le picaba y se rascó sin acordarse de sus terribles poderes. Por ahí corre otro rumor acerca de que es estéril, que en cierta ocasión fue otra cosa lo que le picaba...
Pero me voy por las ramas. Xhugra es una adición extraordinaria y terrible al nuevo grupo. Todos en el ejército caótico saben que hay una fortísima enemistad personal entre Xhugra y Celia, aunque sólo ellas conocen los motivos.
El Mariscal de Campo es resistente y Xhugra poderosa, pero siempre hace falta algo de músculo. El joven Cuchuflí Montoya fue el elegido para aportarlo. Méritos no le faltan, pues fue reciente medalla de oro en halterofilia, levantando quince toneladas y seiscientos gramos en la modalidad de arrancada. Es un gorila albino inteligente que alcanza casi los tres metros de altura (y eso, caminando encorvado), siempre vestido impecablemente con su chaqué, su sombrero de copa y su monóculo. Aunque puede resultar algo pedante en ocasiones, todos los que le conocen alaban su conversación, su saber estar y sus conocimientos de micología y primatología. Además, pertenece a una distinguida familia que ha aportado grandes luchadores a la causa caótica como Cochuzo Montoya o Chochenegue Montoya. Cuchuflí Montoya se siente agradecido por esta oportunidad de seguir aumentando la reputación de su clan.
La nueva adición al grupo fue Durk. Pocos saben sus orígenes y hay historias contradictorias acerca de él. La versión más extendida es que viene de un mundo similar a la antigua mitología nórdica, en el cual ya sentía una gran predisposición hacia el caos. Tras una experiencia demoníaca se volvió más loco de lo que estaba, convirtiéndose en el equivalente del "hombre del saco" para todo un imperio subterráneo. Ahora, este psicópata se encuentra en nuestro universo por motivos y medios desconocidos. Durk es un feo enano de metro y medio de altura, calvo, barbudo, cubierto de cicatrices y completamente desquiciado. Este plano de existencia es perfecto para él, y adora la cibertecnología caótica. De hecho, amputó su brazo izquierdo para instalar en su lugar una ametralladora gatling biónica. Con la mano diestra maneja una pesada hacha de batalla. En mi humilde opinión, considero que Durk fue incluido para poder perderlo de vista.
Una seductora voz pidió su inclusión en el comando. Cubbi ha hablado. Los monstruos caóticos nos miramos unos a otros, nadie quiere oponerse. Cubbi se adelanta, y permite que todos contemplemos su magnificiencia. Cubbi es un ser de una extrema perfección. Su cabello anaranjado es largo y sedoso, su piel dorada es brillante y aterciopelada. En su bellísimo rostro andrógino destaca la heterocromía de sus hermosos ojos, el derecho de color verde y el izquierdo de color ámbar. Y su cuerpo, su sensual cuerpo... únicamente viste la parte superior de un bikini rosado, que cubre mínimamente sus grandes pechos. Cubbi siente orgullo por su cuerpo y siempre lo muestra, así que todos podemos contemplar detenidamente su gran pene. Debajo, en vez de testículos, tiene una sonrosada vulva. Cubbi es hermafrodita. Y además de pura belleza, es también pura peligrosidad. Su mirada y su voz son hipnóticas, y todo su cuerpo emite una nube de potentes feromonas. Su técnica es tan simple como acercarse a un grupo de rebeldes y dejar que sus feromonas actúen. No importa si son hombres o mujeres, todo el mundo pierde la cabeza y no se resisten a tener sexo con Cubbi... y ese es su final pues, en pleno acto, Cubbi absorberá sus energías vitales hasta dejarlos literalmente secos. Además, es un ser inmune al frío y al calor por extremos que sean... y también a las enfermedades venéreas.
No hemos dejado de mirar a Cubbi, y una voz robótica resuena:
-Yo también me uno. Tengo cuentas pendientes con el Comando Caprino que exigen venganza. Podéis llamarme Kuroko.
Al momento se escucharon un montón de cuchicheos. Ninguno de los seres caóticos presentes conocía al que había hablado. Era un humanoide de metro setenta de estatura, pero su cuerpo estaba cubierto completamente por una extraña tela negra. Ni siquiera podía vislumbrarse una mínima apertura para los ojos. Realmente parecía más una sombra que un ser vivo.
¿Quién es Kuroko? ¿Cuáles son sus poderes? ¿Por qué quiere venganza? ¿De qué conoce al Comando Caprino? ¿Cómo consiguió entrar en un evento caótico que está fuera del espacio y el tiempo?
Muchas preguntas, pero no le hicimos ni una. Quiso unirse y aceptamos.
El tal Kuroko no fue el único que habló. También se escuchó una orgullosa y potente voz que, ahora sí, todos conocíamos:
-Podéis contar con mi espada y con mi lanza, caóticos señores.
Quien había hablado era el famoso Sir Rosis, paladín del caos y caballero de la entropía. Siempre vestido con una pesada armadura renacentista e iridiscente de color verde pasto y cabalgando su fiel montura llamada Fresón. Con sus ademanes caballerescos, su rígido código de honor y su leal manera de entender la vida y la guerra, quizás no parezca muy caótico en comparación con el resto... pero mirar lo que hay bajo su yelmo causa locura o muerte inmediata (algo que a Sir Rosis le da mucha vergüenza que suceda) y Fresón no es un corcel, es un tábano inmenso de casi diez metros de longitud e intenso color rojo.
Se produjo un ensordecedor estruendo debido a nuestros vítores, al saber que Sir Rosis se unía a la expedición. Es uno de nuestros ídolos y alguien tan amable y valeroso que se gana el corazón de todos.
El Mariscal de Campo, Xhugra, Cuchuflí Montoya, Durk, Cubbi, Kuroko, Sir Rosis y Fresón... posiblemente un grupo imbatible, capaz de vencer al nuevo Comando Caprino en once de doce batallas.
-Yo iré también.
Un silencio absoluto sucedió a estas palabras. Hacia nosotros caminaba una figura encapuchada, envuelta en una pesada capa de color oscuro. Todos permanecimos mudos de asombro. Se trataba del Señor del Castillo de la Rosa, uno de los seres más poderosos de este sector del multiverso. Podría ser el típico jefe final, pero un jefe final tan despiadado que cuando tiene al protagonista indefenso, ni ríe megalomaníacamente ni suelta egocéntricos discursos; directamente, lo mata. Un jefe final que termina con los héroes potencialmente peligrosos cuando están al inicio de sus carreras, antes de que ganen niveles y se conviertan en una amenaza. Un jefe final que no explica sus planes al enemigo, aunque sepa que va a ganar la batalla.
Los Grandes Poderes del Caos se acercaron al recién llegado.
-Señor del Castillo de la Rosa. ¿También tienes cuentas pendientes con el Comando Caprino?
-El Comando Caprino me es indiferente -respondió con voz grave-. ¡Pero sí tengo una cuenta pendiente con Míster Transsssporterr!
Para dar más énfasis a sus palabras, lanzó su capa al suelo con un violento ademán. Todos lanzamos una exclamación de asombro. Ahí estaba el Señor del Castillo de la Rosa en toda su plenitud, un joven delgado, de despeinado cabello castaño y mirada azul-grisáceo-verdosa; vestido con camisa hawaiana, bermudas y chanclas con calcetines... un auténtico genio del mal.
-Llamadme Daniel. Haced lo que queráis con el resto... pero Míster Transssporterr es mío.
-Está decidido entonces -proclamaron los Grandes Poderes del Caos-. Mariscal de Campo, Xhugra, Cuchuflí Montoya, Durk, Cubbi, Kuroko, Sir Rosis y Fresón, junto a Daniel, el Señor del Castillo de la Rosa, serán los componentes del Grupo Armado Mata Cabras, el que está destinado a convertirse en el legendario comando que derrote al Comando Caprino. Y Kayampa, tú les acompañarás y narrarás sus peripecias.
Miré anonadado a los Grandes Poderes del Caos. Me jodieron.
Continuará...
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