jueves, 24 de julio de 2014

Declaración

Mi inesperado paseo nocturno me llevó hasta tu portal
y no sé muy bien, a estas horas, qué hago acá.
Un quiltro negro se acerca hasta mí regaloneando
y palmeo su lomo mientras me siento a su lado.
El quiltro tiene los ojos brillantes y una mueca sonriente.
A mí me hace gracia pensar que, esta noche,
este oscuro perro será mi mejor confidente.

Admito que me es difícil reconocer
que, incluso cuando dejo la mente en blanco
y comienzo a caminar sin rumbo fijo,
mi subconsciente decida que mi destino
tiene siempre que ver contigo.
Quizás sea debido
a que no soy parte de ningún sitio.
No soy de aquí,
pero ahora tampoco soy de allí.
No tengo nación ni bandera,
no tengo patria propia que me quiera...
mas de repente siento mi lugar
cuando es mi imagen
lo que refleja tu mirar.

Y aunque yo lo último en Santiago
que buscaba era enamorarme,
ahora que ha pasado
no le encuentro sentido
a no reconocerlo, a ocultarlo.
La vida no concede segundas oportunidades
y si pierdo ésta
que sea por cualquier motivo...
pero no porque yo no haya luchado.

"Te quiero" susurran mis labios al viento.
Y aunque los sentimientos se puedan confundir
entre la amistad, el cariño o el deseo,
siento en mi interior la certeza de que no miento...
Lo difícil sé que será demostrártelo a ti.
Pero bajo la melancolía de la rutina,
el mecánico pasar del día al día,
la bruma pegajosa del alcohol,
la nostalgia al ver en el cielo otro sol,
el que la vida me arrastre de lugar en lugar,
como si fuera el viento con una cometa...
No me importa porque, al final,
lo que aparece siempre es tu silueta.

Es difícil vivir enamorado,
es difícil vivir sin estar a tu lado.
Es difícil vivir de todas maneras...
y puede que yo sea un luchador
o, tal vez, sólo un superviviente.
Pase lo que pase,
seguiré navegando contracorriente.
Y cuando llegue la hora del desembarco
ojalá seas tú
la persona que me esté esperando.


No hay comentarios:

Publicar un comentario