Los
Cazadores Investigadores de lo Paranormal y lo Oculto
Taumatúrgicamente Eficientes seguían sin suerte. Sebas había
conseguido el teléfono de Isabel, sólo para llamar y descubrir que
la muchacha estaba en casa de su tía.
-¿No
tenemos la dirección de su tía? –preguntó Harry.
-Su
madre, por otro lado lógicamente, no ha querido facilitárnosla
–contestó Jingjing.
-De
todos modos, ¿realmente crees que el novio muerto de esa chica va a
ir a visitarla? –rió el inglés.
-Yo
ya no sé ni lo que creo…
El
teléfono móvil de Jingjing sonó ruidosamente.
-Creía
que tenía agotada la batería –se extrañó la joven mientras lo
cogía.
Llamada
oculta. Jingjing descolgó.
-¿Sí?
-Encontrarás lo que buscas en la Estación Sur –murmuró una
tenebrosa voz de mujer.
Y
se cortó la llamada.
-¿Quién
era? –preguntó Harry.
Jingjing
no contestó.
El
Espectro sollozaba de dolor. Jamás había sentido nada así, ni en
su vida ni en su muerte. Algo había arrancado un trozo de su ser y
toda su espalda ardía en la negrura. El Espectro comenzó a golpear
su cabeza contra las paredes del alcantarillado en un intento de
quedar inconsciente, de morirse, de apagar el terrible dolor que
sentía.
No
lo consiguió.
Al
cabo de un tiempo (¿horas o minutos? El Espectro no podía saberlo),
el dolor fue remitiendo poco poco. Y aunque cuando se movía un
horroroso latigazo destrozaba como fuego todo su cuerpo, a veces
haciéndole caer de rodillas entre sollozos, continuó moviéndose.
Entre los gemidos de dolor, sólo una palabra podía entenderse:
-¡Isabel!
Continuará
¿smeagol malo?
ResponderEliminarNo... Smeagol bonito, bonito Smeagol... ¿Quién quiere un pececito crudooo? ¿Quién es el Smeagol de mamiiiii???
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