Con
un maligno gruñido, el Espectro hizo omiso del dolor y la opresión
en su ser, sensaciones que perfectamente sabía eran producidas por
la lejanía de la noche. Avanzaba lo más rápido que podía, dejando
tras de sí una estela oscura y evitando los leves rayos de luz que
se filtraban desde la superficie a través de las rejas y las tapas
de alcantarilla.
Podía
sentirlo.
Para sus blasfemos sentidos, un alma tan pura era como una
hoguera lejana en la noche más oscura. Podía seguirla.
Esforzándose, queriendo olvidar la sensación diurna de debilidad,
gruñendo de dolor cada vez que un moribundo reflejo de sol le
tocaba, el Espectro avanzaba. Lenta y pesadamente, hundiendo su
sombría forma en aquel agua pútrida y escudriñando cada sombra,
cada húmedo rincón, cada goteo intermitente… el Espectro avanzaba
cada vez más rápido.
Continuará
¿Dolor y opresión en su ser? ¡gases!
ResponderEliminarRecuerdo el hidrógeno, el oxígeno, el neón, el argón, el helio, el radón...
ResponderEliminarPor la canción de mecano, seguro...
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