Y el demonio se hizo a un lado.
-Me dais envidia -prosiguió-. Ojalá yo también pudiera abandonar este lugar con vosotros.
-¿Por qué no lo haces? -le preguntó Cosme.
-Pero, mi salvación...
-Tú mismo has dicho que tu salvación podría estar en entredicho -le recordó Cosme-. Y, de todas maneras, esa señal podría estar dedicada también a ti.
El demonio se atusó la barbilla, meditando.
-Os acompañaré. De todos modos, si nadie ha decidido abandonar este lugar durante siglos... ¿por qué iba a tener que irse durante los días que yo no esté? Está decidido, iré con vosotros.
-¡Oh, mierda! -protestó Fito-. ¡La locura es contagiosa! Pensar que Poeta sea más lúcido que vosotros y haya decidido quedarse...
-"Si no te importa, yo decidiré por mí,
y creo que no cabe duda, es el destino
que abandone por siempre este lugar infeliz
y embarcarme en un nuevo camino
que capaz de emprender nunca me creí."
-Estás de coña -le dijo Fito mientras le agarraba por los brazos-. ¡Dime que estás de coña!
-Fito, nadie te obliga a acompañarnos -habló Cosme-. Pero no nos digas a los demás qué hemos de hacer.
-Yo también voy -se escuchó una melodiosa voz tras ellos.
Todos dieron media vuelta. Quien había hablado era una translúcida y vaporosa silueta en la cual se percibían los bellos rasgos de una muchacha.
-¡Un fantasma! -exclamó anonadado Fito.
-Me temo que sí -dijo la silueta-. Mi cuerpo se descompuso casi por completo hace tiempo, pero mi alma siguió atrapada aquí... yo también anhelo salir, llevo aquí mucho más tiempo que cualquiera de vosotros y no aguanto más.
-Yo no me opongo a su compañía -dijo Cosme-. ¿Cómo te llamas?
-Sheila.
-Pues bienvenida al grupo, Sheila -saludó la calavera-. Seremos cinco.
Y así, Rubén, la calavera Cosme, Poeta, el demonio caído y la fantasmal Sheila se pusieron en camino...
-¡Vale! ¡Está bien! -estalló Fito-. Iré con vosotros, seremos seis... ¡pero que sepais que ésto va a acabar muy mal!
Continuará
Lo que son las fiestas, todas se sabe que van a acabar mal pero nadie quiere dejar de ir a ellas xD
ResponderEliminarLas que acaban mal son las mejores... sobre todo cuando llegan los padres a casa y la casa no es tuya...
ResponderEliminarMientras no sean los tuyos hay esperanzas (porque lo más probable es que no los vuelvas a ver, así que dentro de lo que cabe no es tan malo)
ResponderEliminarRecuerdo una vez que llegaron los padres a casa y en vez de encontrarse a su hija con su novio en la cama de matrimonio, se encontraron con una pareja a la que no conocían de nada. La hija estaba borracha con el resto en el salón (verídico)
ResponderEliminarPero es que la hija ya tenía cama en su habitación, los invitados que se vayan a otra y no le toquen la suya ¿no?
ResponderEliminar