-“¡Oh! ¡Tu historia me ha inspirado!
Y debo decirlo: ¡estoy emocionado!
Creo que es justo que tu relato romántico
quede plasmado en un bello cántico
que he compuesto en estos momentos
sólo para acallar tus lamentos”
-Canael, tienes mi permiso para atizarle en cuanto
recite el primer verso -dijo Cosme.
-No -respondió el demonio -. Tengo curiosidad por
saber qué es lo que ha compuesto.
Y Poeta rasgó su lira y comenzó a cantar.
Me arrancaste mi gloria.
Y desde ese momento
las llamas del infierno
escribieron mi historia
y marchitaron mi corazón.
Navegando entre Caribdis y Scilla
se hizo jirones mi alma
y cubriendo mi cuerpo
con las espinas del averno
me rebelé.
Asesiné al mismo diablo,
conquisté este mundo
a la maldad encadenado
y, sonriente,
la misma muerte
me dio de beber de sus labios
el amargo vivir de los condenados...
el amargo vivir sin ti.
Pues yo ya no te tenía.
Por buscarte ascendí al cielo.
Los paladines del bien
ignorantes de que yo no era ya ángel ni hombre,
por protegerte, salieron a mi encuentro.
Yo sólo pensaba en tu nombre
cuando desgarré mi vientre y mi pecho
y dejé nacer a los canes del tormento
que desgarraron la razón.
Combatí primero al sol.
Tras torturarle le estrangulé.
Luego desnudé a la luna de su fulgor.
Y una vez ultrajada la violé.
Asesiné a las estrellas que no huyeron
y luego miré a mi alrededor.
Tú no estabas allí.
Entonces comprendí el alcance de mi castigo
y Dios fue el único testigo
de las lágrimas que derramé por ti.
Ahora he vuelto al infierno,
sabiendo que la gracia no me alcanzará.
Sólo me queda la esperanza
de que también tú sucumbas a la tentación
y, aunque sea en este mundo de llamas
y con mi pecho cubierto de oscuridad
pueda tener aún una última oportunidad
para poder volverte a amar.
-Que alguien lo mate del todo -pidió Fito.
-Al contrario -sonrió Canael mientras hablaba con voz
suave-. Te estoy muy agradecido, Poeta. Gracias.
-¿Has visto? -le susurró Fito a Cosme-. A los demonios
les afecta el llevar más de unas horas en el mundo de los vivos...
¡Ha alabado las rimas de Poeta!
-Cállate y conduce, idiota -respondió en voz baja la
calavera.
Continuará...
Esto pa Canael nos ná... torturas peores harán ahí abajo...
ResponderEliminarCreo que te obligan a ver Intereconomía con un ojo y Tele5 con el otro...
ResponderEliminarVeo que no mencionas qué pasa con el tercer ojo. Ahí te he visto con tacto para no espantar a nadie...
ResponderEliminarEn ningún momento dije que el tercer ojo no fuera uno de los dos que menciono...
ResponderEliminarsupongo que solo te lo hacen en dos ojos a la vez para que cuando ya esté uno quemado puedas usar el de refresco y dejar descansar el otro. Con ese sistema pueden tenerte ahí mirando la tele todo el día y parte de la noche!
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