-En fin, voy a presentarte -dijo Rubén, completamente
anonadado-. Este es Fito, Poeta, Cosme, Canael y Sheila.
-¡Joer! -chilló entonces Sebas, sobresaltando a todo
el grupo-. ¡Menudo pibón!
-¿Qué es un pibón? -preguntó Sheila sin comprender-.
Intenté mantenerme actualizada con el idioma hablando con muertos
recientes, pero hay palabras que se me escapan...
-¡Un pibón eres tú, preciosa! -dijo Sebas mientras
hacía la parodia de una reverencia.
-No entiendo… -respondió Sheila, totalmente
confundida.
-¡Eh, payaso! -se encaró Fito con Sebas- ¡Que yo la
ví primero!
-Vale, tronco, perdona... que no sabía que ya estaba
pillada, jo...
-¿Me podeis explicar de qué...? -comenzó a preguntar
Sheila.
-¿Habéis visto el cielo? -les interrumpió Cosme con
tono severo.
-¿Le pasa algo? -preguntó Rubén mientras todos
miraban hacia arriba.
-¿Por qué preguntas por el cielo? -se extrañó
Canael.
-Para cambiar de tema -respondió Cosme con franqueza-
¿Recordáis que no sabíamos si el sol nos mataría como a Bela
Lugosi en una vieja peli de vampiros?
-Sí -contestó Fito-. ¿Por qué lo preguntas?
-Porque no queda ni una hora para que amanezca y me
importa un comino lo que pase, yo quiero volver a ver un amanecer
tras tantos años…
-Bueno, podemos despedir al Sebas este y luego irnos a
ver el amanecer -opinó Fito-. Con un poco de suerte no nos
convertiremos en polvo.
-Eh, tío huesos -dijo Sebas-, ¿qué dices de
despedirme? ¿Te crees que voy a dejaros solos? Esto es lo mejor que
me ha pasado en toda mi existencia y además, seguro que necesitareis
mi ayuda.
-Bueno, ha sido un placer conocerte -intervino Cosme-,
pero creo que Fito tiene razón por una vez en su vida y...
-El coche es mío -le cortó Sebas.
-Podemos robártelo -replicó Fito de malos modos.
-Y yo entonces me chivaré, y os comenzarán a perseguir
todos los exorcistas del país -contestó Sebas sonriente.
-Ya nos persiguen unos idiotas por no haberte callado
cuando estabas borracho en el maletero -le recriminó Fito-. Y encima
llamados C.I.P.O.T.E. No me importaría que me persiguiera alguien al
estilo Van Helsing… ¿pero un grupo de anormales llamado
C.I.P.O.T.E.? Por amor de Dios, uno puede estar descomponiéndose,
pero mantiene su dignidad…
-¡Pues os perseguirán más aún, chincha-rabia!
-respondió Sebas.
-También podemos matarte -amenazó Fito con un tono
siniestro en su voz.
-Eres tonto -rió Sebas-. Cuando un muerto viviente mata
a alguien, la víctima se transforma en otro muerto viviente.
-¿Es verdad eso? -preguntó Fito a Canael,
momentáneamente confudido.
-No lo sé -respondió el demonio con una sonrisa
irónica-. Quizás deberías probarlo.
-¿Y que el Sebas éste nos siga por toda la eternidad?
-se horrorizó Fito-. No, gracias... tenemos suficiente ya con Poeta.
-¡Entonces me quedo! -gritó Sebas completamente
ilusionado.
-Si no hay más remedio... -se resignó Cosme.
-Aunque si no os importa, antes tengo que mear…
-¡No me extraña, con lo que has bebido! -se exasperó
Fito.
Continuará
Lo raro es que el maletero aún esté seco...
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