lunes, 28 de enero de 2013

Estoy de Vuelta 66


-Tenías razón, Jingjing -murmuró Harry con sorna-. Es un auténtico caso paranormal. Un ectoplasma, como poco…
-Entonces, decidido -decía Sebas en ese momento-. Haced lo que querais con el resto, especialmente con el zombi flacucho y la calavera rodante, pero a mi colega Rubén ni tocarlo, y la piba es mía, ¿entendido?

Jingjing puso los ojos en blanco. Nada estaba saliendo como ella había esperado.

-Para el carro -pidió Manolo-. ¿Me estás diciendo que los zombis existen, que tu amigo de la infancia es uno de ellos y que el demonio camina entre nosotros? Ostias, que fuerte…
-¡No uses esa expresión así, inconsciente! -le recriminó el Pater a Manolo con una colleja.

-Y no sólo eso, tío -añadió Sebas-. Además, las fantasmas están de muerte…
-¡Ahí va!
-Por favor, dejad estar ahora la líbido y subid a la furgoneta -ordenó Jingjing-. Vamos a ver qué sacamos de esto…
-“Las fantasmas están de muerte”. Te lo digo en serio, Jingjing -susurró Harry-. Teníamos que habernos metido a trabajar como teleoperadores de una aseguradora y no en esta basura.

Jingjing no contestó.

Continuará

4 comentarios:

  1. ¿Alguien le ha dicho al Sebas que con un fantasma no se puede mojar?

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  2. ¿Cómo que no? Yo lo hago... cuando me mandan la típica cadena de que si no la reenvío a X contactos se me aparecerá por la noche Clara, Marta, Verónica, una de las que se ponen en las curvas o Juana la Muerta, yo aprovecho para tener compañía nocturna... pero todas huyen en cuanto les hago el baile del elefante.

    No es justo...

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