Invisibles, los dos amigos salieron del vehículo y
entraron en el edifico sin que nadie se percartara de algo anómalo.
Así, llegaron hasta la escena del crimen. Se habían llevado los
cuerpos y no parecía que hubiera nada más extraño que una simple
casa vacía.
-No me gusta esto –dijo Sheila.
-Aunque el Espectro se haya marchado, el helor de su
aura permanece –explicó Canael-. No estamos solos.
-¿Qué no estamos…? –se alarmó Sheila.
Una voz detrás de ella contestó:
-No, no lo estais.
Demonio y fantasma dieron media vuelta para ver la cara
triste de un adolescente.
-Me llamo Richie. Bienvenidos a mi casa.
-¿Tu casa? –preguntó Sheila-. ¿Quieres decir que…?
-Sí –asintió el joven-. Que Tomás, conocido por
vosotros como el Espectro, me mató.
-Oh…
lo siento tanto… -comenzó a decir Sheila-. Yo…
-No
lo sientas, muchacha -dijo Richie-. La verdad, pensaba que me
importaría más el que me mataran de esta forma, pero una vez muerto
las cosas se ven de otra manera. Aún así, hay que detener a Tomás.
No podré, por decirlo de alguna manera, descansar en paz hasta que
él lo haga.
-La
culpa es mía -Canael se derrumbó, cayendo de rodillas.
-No,
amigo -sonrió Richie-. La culpa es del culpable. Nada más. Estoy
aquí para ayudaros, no para recriminaros nada.
-¿Puedes
ayudarnos? -preguntó Canael.
-Por
supuesto. Tomás ha devorado mi ser. Ahora él y yo somos uno. Sé
perfectamente lo que siente, sé perfectamente lo que busca… ahora
está descansando, debilitado por la luz del día. Permanece oculto.
Intrigando, recordando, cavilando... Quiere alcanzar un mayor poder,
y sólo puede hacerlo devorando un alma especialmente pura. Sabe
perfectamente qué tiene que hacer. Y en cuanto yo me una a vosotros,
también vosotros lo sabreis.
Y
sin decir más palabras, Richie se difuminó suavemente en un humo
pálido que poco a poco rodeó a Canael hasta desaparecer. El demonio
se tambaleó un momento, y luego se irguió con una expresión de
furia.
-¿Canael?
¿Qué ocurre? ¿Si el Espectro está buscando un alma pura…?
-preguntó Sheila.
-No
sólo se trata de un alma pura -los ojos del demonio se
entrecerraron-. Lo que está buscando el Espectro es a Isabel.
Continuará
Isabel de Troya, la que está armando la chiquilla esta...
ResponderEliminar(¿van a haber caballos de madera en el relato?
Espero que no. Acabo siempre con las manos llenas de astillas...
ResponderEliminarpuedes hacer un caballo de otra cosa... no sé, de pasta de papel y cola art-attack; original lo que se dice original no será, pero útil y práctico... tampoco.
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