-Acabo de interceptar una llamada por radio de la
policía -comentó Manolo visiblemente emocionado mientras llegaba en
camiseta y calzoncillos largos a la sala de reuniones.
Manolo era un feo hombre delgadísimo y larguirucho con
cara de roedor mal afeitado. Aún llevaba puestos los enormes
auriculares de su equipo de radioaficionado, los cuales hacían,
junto con sus gruesos anteojos, que fuera aún más incómodo de ver.
Entre sus aficiones podemos citar el estudio de la estadística, las
matemáticas, el cálculo actuarial, la trigonometría, la teoría
probabilística y el hurgarse la nariz.
-¿Y qué? -preguntó el fornido Harry con su tosco
acento inglés mientras afilaba cuidadosamente una estaca de madera
con su gigantesco cuchillo.
-¡Algo ocurre en la ciudad esta noche! -rió nervioso
Manolo-. ¡Podría ser lo que estuviéramos esperando!
-Querido Manolo -intervino dulcemente el Pater a la vez
que se ajustaba su alzacuellos-, no des tantas vueltas y explícanos
qué ocurre.
El Pater era un excesivamente pulcro sacerdote de unos
cincuenta años. Siempre iba bien afeitado y sus canas y entradas se
acentuaban más y más con el tiempo.
-Un policía afirma haber sido atacado por dos muertos
vivientes en un coche robado.
El Pater y Harry se miraron entre ellos y luego miraron
fijamente a Manolo.
-¡Hay más! Un grupo de prostitutas llegó a la
comisaría diciendo que las había atacado un horrible monstruo. Y
unos jóvenes han muerto en extrañas circunstancias. Estaban de
fiesta en la casa de uno de ellos y el asesino no hizo nada por
ocultar su crimen... ¡dejando incluso la puerta de la calle abierta
para horror de los vecinos! Los cadáveres estaban horribles, como si
hubieran sido... “¡chupados!” ¿No creéis que puede ser nuestra
oportunidad?
-A mí lo único que me parece es que en una comisaría
se han pasado con el cava al celebrar la jubilación de algún agente
-sonó la hermosa voz dulce y exótica de Jingjing-. Pero no estamos
en condiciones de descartar nada por absurdo que sea. Estamos al
borde de la ruina.
Jingjing era una atractiva mujer de rasgos orientales
con poco menos de treinta años. También era la líder de este
pintoresco cuarteto.
-Yo sabía que esto no saldría bien -masculló Harry-.
Formar un grupo de cazadores de fantasmas y vampiros, de estudiosos
de lo paranormal... estaba claro que no tenía futuro ninguno.
-A lo hecho, pecho -le cortó Jingjing-. Tenemos que
agarrarnos a una clavo ardiendo, un caso lo suficientemente
espectacular que nos dé publicidad... si no queremos que los
Cazadores Investigadores de lo Paranormal y lo Oculto
Taumatúrgicamente Eficientes desaparezcan por falta de fondos.
-O abreviadamente... -dijo Manolo mientras hurgarba en
su nariz con aire distraido.
-Cállate -ordenaron secamente los otros tres.
-¿Qué más datos tenemos, Manolo? -preguntó Jingjing.
-Prácticamente nada más -respondió el aludido-. He
señalado en un plano los lugares aproximados donde se han dado los
casos extraños y las horas aproximadas, y he intentado encontrar una
tendencia, una secuencia... algo. Pero no parece seguir ningún orden
lógico, es todo muy aleatorio... ni siquiera inicia la forma de un
pentagrama o algo así.
-Veamos, el primer suceso ocurrió en esta carretera...
-indicó Harry.
-La cual termina en el cementerio -observó Jingjing.
-Si son realmente muertos vivientes deberíamos empezar
a buscar por allí -opinó el inglés.
-Ojalá contáramos con un médium en el grupo...
-suspiró Jingjing.
-Ninguno era lo suficientemente imbécil como para
unírsenos -Harry torció el labio al hablar.
-Manolo, prepara la furgoneta -ordenó Jingjing-. Nos
vamos al cementerio.
Continuará
¿Ningún primo de no cometerás adulterio Pulsifer?
ResponderEliminarMaestro, explica la referencia a este lelo aprendiz xDD
ResponderEliminarNada nada, que no me has hecho caso y no te has leído aún buenos presagios :P. Los pulsifer son un linaje de parodias de van hellsings, cada uno tiene un nombre relacionado con algún tipo de pecado.
ResponderEliminar